Sexualidad positiva.

Esta es una duda muy común, y por supuesto, una duda que muchas personas han ocultado durante años, e incluso, toda su vida por temor a preguntarlo, ya fuera a familiares o amigos, también a profesionales. No olvidemos que la homosexualidad, sea masculina o femenina, ha sido criminalizada desde muchas culturas, y a día de hoy, hay países donde se paga con prisión, e incluso, con la pena de muerte.

Antes de comprender la homosexualidad, hay que entender la propia naturaleza de la sexualidad. La sexualidad es todo un conjunto de características que identifican a los hombres y mujeres, desde la forma de comportarse, el rol que asumen dentro de una relación de pareja, o simplemente, la forma de vestirse, o el tipo de aficiones por los que cada cual se interesa. Probablemente, una de las grandes funciones que tiene la sexualidad es asegurar las relaciones sexuales con el objetivo de asegurar la supervivencia de la especie. Así pues, nos centraremos en el placer sexual.

El placer sexual, por su propia naturaleza, garantiza que el acto sexual se lleve a cabo, la consecuencia de este acto sexual es, en algunas ocasiones, el embarazo. Ahora bien, si el objetivo biológico del acto sexual es la procreación, cada vez que mantenemos relaciones sexuales no lo hacemos con la intención de procrear. Lo hacemos sencillamente por el placer que se obtiene de la propia relación sexual, los vínculos afectivos, etc.

Con lo dicho hasta aquí, el sexo se puede mirar de dos formas, por un lado, desde la perspectiva de asegurar la supervivencia de una especie, y por otro, desde la perspectiva del placer que se obtiene.

Así las cosas, el placer sexual puede llegar desde cualquier lugar, por un lado desde la propia estimulación, como en la masturbación, desde el sexo dentro de una pareja heterosexual, o bien desde el sexo dentro de una pareja homosexual. En cualquiera de estas formas de sexo se obtiene placer.

Ahora bien, la relación con fines reproductivos es diferente, fundamentalmente por que implica la creación de una familia, unos vínculos afectivos, etc. Alguien agregará que en relaciones homosexuales no se puede tener hijos, pero esto no impide que se puedan adoptar o que lo hijos vengan de relaciones anteriores.

Lo que define plenamente la naturaliza de una condición homosexual o heterosexual es con quien quiero formar una familia, con quien quiero tener una vida afectiva, junto a quien deseo criar mi descendencia. Con quien se mantengan relaciones sexuales, no es relevante, por que solo se trata de obtener placer, y a veces, sobre todo hombres, buscan relaciones homosexuales tanto calidad como cantidad de relaciones sexuales, cosa que no logran con el sexo contrario.