Sexualidad positiva.

Por una vida sexual plena.

Promoción en Sexualidad Positiva

Modelo de intervención.

La práctica de la psicología

No se puede decir en términos estrictos que un modelo de intervención psicológica sea superior a otro, pero si es cierto que ciertos modelos de intervención son más adecuados para tratar ciertos tipos de casos. Haciendo una analogía, un fármaco para los trastornos cardiovasculares no será adecuado para el tratamiento de las alergias por muy desarrollado que sea este fármaco.

Las terapias cognitivas son especialmente adecuadas para tratar trastornos vinculados a la sexualidad como la infidelidad o la homofobia. Las terapias cognitivo conductuales están indicadas para trastornos como el vaginismo o la eyaculación precoz.

Entre las áreas más significativas de intervención cabe destacar:

  • Homofobia.- No es solo es rechazo hacia la orientación sexual de otras personas, que puede ser homosexual, bisexual o transexual; también es el rechazo hacia si mismo por un deseo puntual, por una curiosidad, o bien, por no aceptar la propia orientación sexual.
  • Infidelidad.- Cada vez más personas de ambos sexos sufren la infidelidad por parte de sus parejas, a veces es algo puntual, otras veces es persistente, pero aún así el infiel considera su relación gratificante y no la quiere romper. En muchas ocasiones se rompen parejas funcionales por el mero estigma social que conlleva la infidelidad.
  • Divorcio.- El divorcio es una situación altamente traumatica que la sufren no solo los afectados por la separación y tiene consecuencias más allá del terreno estrictamente personal. Los grandes sufridores, muchas veces silenciosos, de las separaciones son los hijos. La tarea de mediación puede mitigar de una manera muy notable las consecuencias de la ruptura.
  • Violencia de género.- Muchas personas sufren violencia de género durante prolongados periodos de tiempo. Una violencia constante pero no de alta intensidad, y no por ello menos violenta, aunque estas situaciones rara vez aparecen en los medios de comunicación. No es preciso que la violencia alcance determinados límites para ser considerada violencia, es más, lo deseable es que se detecte y preste atención con la suficiente antelación como para detenerla cuanto antes sin que llegue a extremos no deseables.
  • Violación.- Más allá de ser un hecho traumático, y por supuesto, delictivo, el estigma social hace más dura la superación. Aunque no reconocido explícitamente, implícitamente muchas personas son responsabilizadas en alguna medida por haber sufrido una violación. La vergüenza que supone, en algunos casos hace que la victima no lo denuncie y guarde silencio antes de reconocerlo y tener que enfrentarse a los requerimientos de la justicia.
  • Relaciones no convencionales.- Estamos acostumbrados a entender la relación de pareja de una forma, digamos “tradicional”, la típica relación monógama entre hombre y mujer, hombre y hombre o mujer y mujer. No obstante cada día hay más parejas que se adentran en el mundo swinger o incluso en el BDSM. Son muy pocos los profesionales que pueden enfrentarse a tratar casos así, no solo por falta de conocimiento, sobre todo, por falta de investigación.
  • Por supuesto, estos no son los únicos casos, pero si algunos de los que más han llamado mi atención. También hay otros trastornos bastante frecuentes como son estos:

  • Ausencia de interés en el sexo.
  • Dolor asociado al coito.
  • Ausencia de orgasmo.
  • Frigidez.
  • Impotencia.
  • Etc.